El Representante de Servicio al Cliente es responsable de proporcionar asistencia y soporte a los clientes, asegurando su satisfacción con los productos o servicios de la empresa.
Este rol implica la resolución de problemas, la gestión de consultas y la provisión de información precisa de manera oportuna y profesional.
Responsabilidades:
Atender llamadas, correos electrónicos y chats de clientes, respondiendo a sus consultas y resolviendo sus problemas de manera efectiva.
Proporcionar información detallada y precisa sobre productos, servicios, políticas y procedimientos de la empresa.
Registrar y hacer seguimiento a las quejas y problemas de los clientes, asegurando una resolución adecuada y en tiempo.
Colaborar con otros departamentos para resolver problemas complejos o urgentes.
Mantener un conocimiento actualizado de los productos y servicios de la empresa, así como de las políticas y procedimientos internos.
Garantizar que los clientes reciban un servicio de alta calidad, cumpliendo con los estándares de la empresa.
Identificar oportunidades de mejora en los procesos de servicio al cliente y proponer soluciones.
Manejar situaciones de clientes difíciles o insatisfechos con calma y profesionalismo.
Documentar todas las interacciones con clientes en los sistemas de la empresa, asegurando la precisión y completitud de la información.
Requisitos:
Experiencia previa en roles de atención o servicio al cliente.
Excelentes habilidades de comunicación verbal y escrita.
Capacidad para resolver problemas de manera efectiva y tomar decisiones informadas.
Habilidad para manejar múltiples tareas y trabajar en un entorno dinámico y rápido.
Conocimiento en el uso de herramientas de software de atención al cliente, como sistemas CRM.
Orientación al detalle y habilidades organizativas.
Actitud positiva y disposición para aprender.
Educación:
Educación:
Título de educación secundaria (o equivalente) es requerido; se valorará la formación adicional en áreas relacionadas.
Competencias clave:
Empatía y habilidades interpersonales.
Capacidad de adaptación y resiliencia.
Compromiso con la satisfacción del cliente.
Trabajo en equipo y colaboración.
Gestión del tiempo y priorización efectiva.